miércoles, 12 de agosto de 2015

Nueva semana, nuevas experiencias

Ya estoy por aquí de nuevo. 
Es un gustazo recibir vuestros comentarios acerca del blog, ya sea directamente en las entradas o cuando me escribís por whatsapp (aprovecho para deciros que sigo estando activa en mi número de siempre ;-) .
Como ya os conté, sábado terminamos la reforma de Mama Edha, y el domingo fue un día especial. Después de ir a misa el que quisiera, nos pusimos el delantal y ayudamos a cocinar comída típica de aquí. 

Hay que tener mucha higiene a la hora de cocinar porque con el polvo que hay en el ambiente los alimentos pueden contener bacterias, para eso hay que lavar con jabón todas las verduras y frutas antes de pelarlas. Como véis, el arroz también hay que limpiarlo, como en España hace ya varias décadas.

Las cocinas también son muy diferentes a las que tenemos hoy en día en nuestras casas. Tener una cocina de gas es un lujo sólo al alcance de unos pocos, y las vitrocerámicas aún no han llegado aquí. La cocina africana consiste en leña o carbón sobre el que se colocan grandes pucheros. 
Cocinamos "pillaw": arroz con una especia llamada masala, carne de vaca ( no de ternera), patatas y verduras. También cocinamos chapati, plátanos fritos y un guiso de berenjenitas con tomate.

Estaba todo riquísimo. Aquí la gente se hecha todo en el mismo plato, no hay primeros platos o segundos. 
Después de comer intercambiamos canciones y bailes típicas de España, Tanzania, Uganda, Burundi, Kenia y Filipinas. 



Después del día de descanso, el lunes tocó volver al tajo. Las casas que hemos visitado esta semana son todas alquiladas, por lo que las familias no puedes hacer ninguna reforma. Nuestro trabajo ha consistido en hablar con las familias, entender cómo vivían y tratar de mejorar (aunque fuera un poquito) su calidad de vida. 
En casa de Mama Restuta ella y su marido dormían en el suelo con su bebé de 2 años. Restuta anda con muletas ya que tiene una enfermedad crónica que la impide apoyar bien el pie izquierdo, por lo que os podéis hacer una idea el esfuerzo que hacía para levantarse y acostarse. Los otros 4 hijos dormían repartidos en 2 camas (una de ellas tenía revistas y papeles a modo de colchón, algo que nos impresionó muchísimo. Para todos ellos compramos camas, colchones y mosquiteras nuevas. 




El siguiente día visitamos dos casas: la casa de Mama Frida y la casa de Mama Gasper. Ellas dos también estaban alquiladas y sus parejas las habían abandonado en el momento que supieron que iban a ser padres. Esto ocurre con muchísima frecuencia según estamos viendo. A Mama Frida la trajimos platos y vasos nuevos y una cama en condiciones y a Mama Gasper la visitamos ayer. 
En Tanzania es tradución ofrecer algo de comida a siempre que alguien va a tu casa por primera vez, y Mama Frida nos cocinó chapatis en señal también de agradecimiento. ¡Estaban de rechupete!

La casa de Mama Gasper constaba sólo de un espacio, pero tenía todo muy curioso. Con ella viven sus dos hijos de 17 y 13 años. El mayor duerme en el sofá y el pequeño con ella. Como vimos que sus necesidades no eran muchas, vamos a comprar una cama para el hijo mayor y el dinero restante lo guardaremos para otras casas que puedan necesitar más inversión. 

Hoy hemos tenido el día libre, y nos hemos dedicado a organizar la casa, ir a la compra y lavar la ropa a mano. Ya se está convirtiendo en tradición tomar té viendo el atardecer desde el porche de la casa, un momento verdaderamente mágico.

Tristemente es verdad esa frase que dice "nunca valoras lo que tienes hasta que te falta", ¡no sabéis el ahorro de tiempo y de trabajo que supone la lavadora! 

Un abrazo muy grande a todos y ¡hasta pronto! 

5 comentarios:

  1. Hola Marta!
    Por lo que veo a parte de cocinar habéis estado de compras y de visita, esta muy bien que veáis como viven, además de hacer nuevas amistades.
    Mil besos.
    Mamá

    ResponderEliminar
  2. Bueno Martuja veo que estas haciendo cosas de las cuales te tienes que sentir muy orgullosa, como sabes te seguimos a diario y comentamos tus experiencias. Ya se que hoy has estado hablando con la tía Tere y con la yaya Manoli.
    Se te echa mucho de menos.
    Besossssssssssssss.
    Papi

    ResponderEliminar
  3. Hola Marta soy otra vez la yaya . Como todos los domingos que voy a comer a casa de los tíos, me pongo a ver todas tus andanzas. Ya veo que comes bien porque todo tiene muy buena pinta aunque sean comidas muy distintas a las nuestras. Os dará mucha satisfacción ver que esas familias pueden dormir en camitas como dios manda.
    Bueno Martita me acuerdo mucho de ti. Cuando limpio el polvo y veos tus fotos me da cosita, te echo mucho de menos.
    Muchísimos besos corazón.

    ResponderEliminar
  4. Hola Marta, gracias por compartir con nosotros tu día a día. Mario y Álvaro están aprendiendo un montón de todas las cosas que nos cuentas. Además, es la mejor manera de echarte un poquito menos de menos. Si se te ocurren ideas para hacer desde aquí cuéntanos y nos ponemos en marcha. Un besote grande y cuidate mucho.

    ResponderEliminar
  5. Nos ha encantado el blog y lo que nos cuentas. Es muy bonito. Sigue contandonos tus aventuras.

    =D =D =D =D =D =D =D
    MARIOO Y ALVAROO

    ResponderEliminar